Las temperaturas máximas anuales en la Antártica se duplicaron en sólo cuatro años, según datos de la Dirección Meteorológica registrados en la base chilena en el “continente blanco”.
La información, recogida en el Informe Anual de Medio Ambiente que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (Ine) da cuenta de que en 2014, el máximo registro fue de 4º Celsius, y que en 2018 llegó a 8,5º. Entre 2015 y 2017 hubo distintas variaciones al alza y a la baja.
Asimismo, la temperatura media anual del Chile tricontinental “subió levemente” durante ese intervalo en ocho de 21 estaciones con registros comparables, principalmente del norte y centro del país, pero “el incremento más importante se produjo en la Base Antártica que, de acuerdo con la estación Eduardo Frei Montalva, pasó de -2,5º en 2014 a -1,5º Celsius en 2018”, complementa el informe.
En tanto, la temperatura mínima absoluta anual a lo largo del país “también presentó cambios”: en siete estaciones hubo incrementos, y el mayor fue en la estación Cerro Moreno, en Antofagasta, que pasó de 7º a 9º Celsius en el mismo período.
“Por el contrario, hubo 12 estaciones que en 2018 registraron temperaturas mínimas absolutas más bajas que en 2014. El mayor cambio ocurrió en la estación Cañal Bajo, en Osorno, que pasó de -3,3º a -5,8º entre esos años”, complementa el informe.
El Ine recordó estos datos a propósito de que este viernes se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la Organizaciones de Naciones Unidas (Onu).
“Este año -resalta el Instituto-, el tema escogido para llamar la atención sobre el cuidado de la Tierra es la biodiversidad que, según los expertos, ha sido dañada tanto por la deforestación como por la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático”, resaltó el organismo