“Chile no puede estar acordándose de investigar ciertas cosas cuando ocurren pandemias”

El Doctor en Biología Celular de la Pontificia Universidad Católica se refirió a los principales focos de trabajo que comenzaron a desarrollar desde la inauguración del centro, en septiembre del año pasado, pese a las dificultades que han debido sortear, como el estallido social y últimamente, el Covid-19

En septiembre de 2019 se inauguró el Centro Asistencial Docente e Investigación de la Universidad de Magallanes, Cadi-Umag, donde funcionan el Laboratorio de Medicina Molecular de la Umag y el Centro de Excelencia en Biomedicina de Magallanes, Cebima.

La puesta en marcha está viviendo su primer gran contratiempo, pues la pandemia por Covid-19 alteró la planificación establecida, aunque el foco continúa puesto en los grandes temas que aborda este centro: biomedicina, estudios del Alzheimer, enfermedades neurodegenerativas y otros procesos biológicos del envejecimiento.

El Centro de Excelencia en Biomedicina de Magallanes, Cebima, permitirá realizar estudios sobre procesos biológicos del envejecimiento, como el Alzheimer.

El doctor Nibaldo Inestrosa se encuentra a cargo del Cebima, que ha debido adaptar su trabajo a la emergencia sanitaria imperante no solamente en la región, sino en el mundo. Pero ya antes hubo algunos inconvenientes que retrasaron el inicio del trabajo, como problemas técnicos y el estallido social, que también tuvo sus efectos. “En la práctica estamos trabajando escribiendo trabajos, proyectos, algunos incluso que tienen que ver con el Covid, para trabajos que deberían empezar pronto, en julio, por lo que el trabajo en laboratorio está prácticamente sin funcionamiento”, evaluó Inestrosa, que espera que se pueda abrir pronto el laboratorio, dada la disminución de casos de coronavirus en Punta Arenas.

Foco en adultos mayores

De todas formas, los objetivos no se han modificado, más bien, se han afianzado, dado el avance de la pandemia que ha afectado, principalmente, a los adultos mayores, que presenta cierto tipo de patologías como la hipertensión, diabetes, Alzheimer, que son justamente, según advierte Inestrosa, los que han cobrado víctimas fatales asociados al Covid-19. Y ante la falta de investigación sobre estas enfermedades, el trabajo del Cebima aparece como fundamental, ya que como resalta el director del centro, “nadie se preocupa de los adultos mayores, la especialidad de geriatría es la que menos especialistas tiene en Chile, a lo que se suman la obesidad, problemas de luz y por lo tanto, deficiencia de vitamina D, que también es un factor que va en contra de la salud del adulto mayor”.

Este nuevo virus ha incidido fuertemente en este segmento de la población y es ahí donde Inestrosa reclama que “ahora es cuando se acuerdan de la investigación de los adultos mayores. Chile no puede estar acordándose de investigar ciertas cosas cuando ocurren pandemias, nuestro país no tiene laboratorios para hacer vacunas, algunos llevan diez años proponiendo vacunas para enfermedades de niños y no se han resueltos. Entonces nuestro país sigue siendo subdesarrollado. Si no hubiera sido por el Cadi y el Cebima, no se estarían realizando los ensayos de PCR, porque ni en el Hospital ni en los servicios de salud tenían las cantidades para hacerlas”.

Es por eso que a Inestrosa le molestaron algunos comentarios sobre por qué no se utilizaba el edificio del Cadi para recibir camas de atención para pacientes Covid, “incluso miembros del Core lo plantearon. Ahora se dan cuenta de que para algo sirve tener un centro de investigación de primer nivel”.

Investigaciones

La novedad que se plantea en este centro de investigación es la identificación de productos naturales, obtenidos de la flora y fauna antártica y subantártica, con la idea de utilizar organismos que han sido expuestos a bajas temperaturas, fuertes vientos, falta de vitamina D y que pese a esas condiciones adversas, han podido sobrevivir. “Lo principal es que por primera vez se va a generar un centro de información básica, preclínica, en el laboratorio más cercano a la Antártica; además va a descentralizar la ciencia en Chile, porque buena parte de los recursos en ciencia y en otras actividades, están en Santiago y el centro del país”, reconoció Inestrosa.

Nibaldo Inestrosa reconoció que el inicio del trabajo del Cebima se ha visto retrasado por problemas técnicos, sumado a las contingencias de los últimos meses.

Para el doctor en Biología Celular de la Pontificia Universidad Católica, “la gente podría preguntarse cuál es la gracia de tratar de obtener productos naturales para solucionar los problemas crónicos del adulto mayor, cuando eso lo pueden hacer los laboratorios farmacéuticos del mundo. Bueno, no lo pueden hacer porque han sido incapaces de generar, en sus propios laboratorios, remedios para muchas de estas enfermedades; la diabetes no sé cuántos años está, y no hay manera de solucionarlos, tipos de cáncer. Ese es el punto importante por el cual vinimos a tratar de obtener productos naturales de sustancias que están expuestas a las condiciones que se encuentran acá. Esperamos con el tiempo, ayudar al desarrollo de la solución de otros problemas, como la obesidad, que hay que disminuir porque estimula la aparición de diabetes y Alzheimer; hay problemas para establecer tratamientos y efectos del alcoholismo, que es otro tema en la zona, hay que pensarlo en términos generales, pero también locales”.

Nibaldo Inestrosa se ha especializado en la investigación del Alzheimer y, respecto a ello, dijo que “hay ciertas características como la apolipoproteína B, que tiene varias formas y cuando existe la APOB4, hay mayor posibilidad que las personas tengan Alzheimer. Es como un factor que condiciona su aparición. Este es un trabajo que se realiza desde la década del 90 y con el Covid, los ingleses estudiaron cuántas de las personas que tenían APOB4 tuvieron Covid y se encontraron con la sorpresa que a la mayor cantidad de APOB4 tenían doble probabilidad de tener Covid. De ahí viene la relación respecto de la vitamina D, que es deficiente en esta región por las horas de luz, se sabe que tiene efectos en el sistema nervioso, y su deficiencia aumenta la probabilidad de tener demencia y Alzheimer y, por ende, mayor posibilidad de Covid”. Es por eso que propone que se hagan campañas para suministrar en la población vitamina D.

Pero además de la obesidad, el alcoholismo y la falta de vitamina D, otro problema que tiene la región es que es la que cuenta con mayor nivel de cáncer de colon, producto de la gran ingesta de carne asada. “Todo eso va impactando en la aparición del Alezheimer, que se pensaba que era una enfermedad que teníamos por problemas genéticos, pero ya estamos pensando que es más metabólico, de la alimentación y del cómo funcionamos: exceso de azúcar y colesterol, el poco ejercicio”.

Otras investigaciones tienen relación con cómo el litio estimula ciertas vías del organismo que disminuyen la posibilidad de tener Alzheimer, aunque en grandes concentraciones, pueden ser perjudiciales. Es, por ello, que Inestrosa revela que “estamos tratando de concientizar y eventualmente, hacer estudios para que se baje la concentración del litio y probar que, a bajos niveles, se puede disminuir la incidencia del Alzheimer y también del Parkinson. Pero aquí estamos topando con otro gran tema que tenemos en este país: los políticos, que aprobaron la ley que no se pueden hacer estudios con los adultos mayores, que no se podía maltratar a los abuelitos, pero una cosa es maltratarlos y otra es tratar de generar un remedio contra enfermedades que les afectan principalmente a ellos”, lamentó, finalmente.

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