No se trata de mirar bajo el agua, pero siempre es mejor ver la realidad, aunque sea fugaz, a quedarse con lo que dicen.
Los últimos reportes sobre la caída de la actividad comercial dan cuenta que las ventas al detalle han registrado una caída de un 50% durante las tres primeras semanas de mayo y que si se considera todo el periodo de pandemia, la cifra llega a un detrimento de un 58 por ciento a nivel nacional.
Pero qué dice el ministro de Economía. Lucas Palacios sitúa la caída entre un 44,9 y un 58%, y menciona que en el caso de los supermercados las ventas son menores en un 23,3% promedio en comparación al igual periodo de 2019.
Mejor guardar la calculadora e iniciar un recorrido por la realidad de Punta Arenas. Un vistazo por Bories, la principal arteria de la ciudad, y algunos otros centros comerciales, permiten obtener una rápida radiografía.
Bastante establecimiento cerrado y en compás de espera, dando cuenta de aquello con papeles pegados en sus aún tapiados frontis.
Un par de locales se mantienen disponibles desde finales del año pasado, cuando la principal arteria comercial de la capital magallánica fue escenario de manifestaciones sociales; otros aún parecen activos, pero hay carteles que dan cuenta de “liquidación por cierre” o “en arriendo”, como el caso de Comercial Pefas, en Mejicana Nº723.
Uno que anuncia su cierre, con liquidación, es Baleta. El local que durante 16 años (tras otros tantos años en Zona Franca) marca presencia en la esquina de calles Bories con Croacia estiman su cierre para finales de este mes. Pese a la clientela y a la calidad de sus prendas de vestir, los golpes asestados por el estallido social y la emergencia sanitaria hicieron imposible su subsistencia.
En las galerías
En la Galería Patagonia, en calle Mejicana con Chiloé, no más de 10 locales mantienen abiertas sus puertas. De los 58 emplazados en este centro comercial, más de una decena se encuentra disponible.
Caracol Austral también ha sentido el impacto. Este “clásico” de Avenida Colón por primera vez en su casi cuatro décadas mantiene un buen número de locales desocupados tras el cierre -el 19 de marzo- de quienes no pudieron mantenerse tras la realidad enfrentada en los últimos 8 meses.
Su administradora, Angélica Gallardo, señala que “lamentablemente, debido a lo que se vive hoy por la emergencia, se cerraron 10 tiendas, las que están disponibles. Esperamos pronto tener interesados, como también que el público retorne y la gente nueva venga a conocernos”.
Algo diferente arroja la evaluación del primer mes de reapertura en la Galería Palace. Su administrador, José Luis Parra, señala que “afortunadamente no se ha ido nadie. Hoy tenemos 36 locales abiertos de un total de 40 y, como una forma de incentivar a la comunidad magallánica, para que vengan, sacamos las latas que teníamos afuera. Y para motivar, también, a nuestros vecinos comerciantes”.
Con respecto a la realidad que vive el comercio local, opina que “algunos se han visto más afectados que otros, pero en general la situación es complicada luego de haber sido atacados por dos grandes eventos, uno material y el otro de salud. Pero hay fe y fortaleza, y esperamos que esto se pueda recuperar”.
“Soportando y aguantando”
La Cámara Nacional de Comercio señaló en las últimas horas que hoy un 26% de las empresas del sector se encuentra en situación “crítica”, con un 17,9% en “mal estado” y un 39,3% “soportando y aguantando”.
Inaugurado el 15 de marzo de 1980, el Edificio Roca, mantiene hoy la misma estructura que cuando fue presentado como “el eje financiero de Magallanes bajo la cúpula de cristal”.
Sin embargo, el movimiento que se aprecia está lejos de aquellos años. Hoy, los locales están destinados a servicios más que a productos, alejándose del flujo de personas que se observaba en los años de Café Vegalafonte, Librería Vickery y Joyería Escal.
En el mismo centro comercial se encuentra la Corredora de Propiedades Jorge Luis Britos. En opinión de ellos, la actividad de compra y arriendos se ha mantenido constante, aunque producto de la emergencia sanitaria, no con la celeridad propia de un periodo normal.
“Siempre hay casas y locales disponibles, pero al menos la gente no está entregando. Mucho comerciante se está reactivando y viendo que va a pasar en los próximos meses. Y ojalá vengan tiempo mejores para todos”, señalan.
Por La Prensa Austra