El no pago de la primera cuota trimestral de este año 2024 fue “la gota que rebalsó el vaso” al interior del Eleam Cristina Calderón, de calle Hornillas, cuyas funcionarias y funcionarios decidieron tomar acción y tomarse las dependencias. Mantienen turnos éticos y la atención a sus 70 residentes, pero el ingreso a administrativos se mantiene clausurado. El recinto es administrador por Fide XII.
La jefa de la División de Control y Gestión Territorial, Karen Cobos, indicó que “aún no se han transferido a Senama los respectivos recursos, ya que el decreto que autoriza su transferencia no ha sido tomado de razón de parte de la Contraloría General de la República”. En ese sentido, apuntan que “estas transferencias son de vital importancia para la continuidad de la operación del Eleam y para el cuidado de las y los residentes”.
Sin embargo, para los funcionarios del Eleam no es ninguna sorpresa, ya que es una situación que se ha repetido durante los últimos meses. “El mes que pasó no tuvimos nuestros pagos el día que correspondía. Eso pasa casi todos los meses, nunca hay una fecha clara de pago. Nos empezamos a dar cuenta de que las cotizaciones no están al día, que muchas están bloqueadas de Fonasa. Y eso nos perjudica, porque si nos enfermamos, dónde vamos. Tampoco vamos a estar dispuestas a pagar un bono particular porque no corresponde. Y esto es de julio más o menos, que venimos con irregularidad en los pagos. Y esta empresa o fundación tiene menos de un año, Fide XII”, indica Karina Martínez, quien se desempeña en Atención de Trato Directo (ATD) .
Este atraso en inyección de recursos, aparte de afectar directamente a los funcionarios, implica un deterioro en las prestaciones hacia los mismos adultos mayores. “Hay un montón de irregularidades acá, falta de insumos, falta de pañales. Muchas veces no podemos hacer nuestro trabajo porque hay que esperar a que lleguen con pañales o cremas. No se abastecen ni para 15 días, tienen que ir a comprar a diario”, señala Martínez. Frente a eso, “nosotras mismas, los kit los armamos, con colonias y champú, para mantener a nuestros residentes en buenas condiciones”.
El viernes en la tarde se tomó la decisión de poner candado al recinto, como una medida de presión para visibilizar esta situación que acongoja el trabajo hacia los abuelos y abuelas. “No nos afecta sólo a nosotras, sino también a los residentes, porque la alimentación no es la que ellos deberían tener, pero es porque ellos no invierten”, especificó Martínez.
Dicha situación fue ratificada por Magdalena Retamal, quien trabaja en cocina. “Nos piden y nos piden cosas sabiendo que ni siquiera tienen recursos en la cocina para seguir adelante. Ayer (viernes) ni siquiera teníamos lavalozas. Entonces no son solamente los sueldos, sino el maltrato laboral que tiene la jefatura con el personal”.
Desde Senama aseguran que se han realizado reuniones con el equipo para potenciar capacitaciones y disponer de una profesional de la coordinación regional para apoyar el trabajo en el Eleam. Por otro lado, viajará un equipo de Administración y Finanzas para acompañar las rendiciones del operador e ir trabajando en
conjunto.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.