Advirtiendo de las consecuencias que ha tenido la pandemia del coronavirus y el largo periodo de confinamiento entre los adultos mayores, la patrulla Puro Corazón han reforzado el trabajo en terreno con alrededor de 80 familias que viven en la pobreza y el abandono. No sólo se trata de personas en situación de calle, también son adultos mayores que viven en el abandono y en una pobreza escondida, pero además con las familias que ha perdido sus trabajos y ante la falta de redes de apoyo no tienen para sus necesidades más básicas.
El presidente de la Patrulla Puro Corazón, Carlos Ampuero, advierte de la grave situación en que viven muchas familias con la emergencia generada por el coronavirus y el prolongado confinamiento.
Las familias han tocado las puertas de los voluntarios por ayuda, principalmente, pidiendo canastas de alimentos, es decir, lo más básico para poder subsistir.
Diariamente, reciben dos o tres requerimientos, los que se han podido solucionar gracias al apoyo de la comunidad y de empresarios magallánicos quienes han entregado sus donaciones.
El dirigente advierte que son los adultos mayores, que viven en el abandono y en la pobreza, quienes están más vulnerables. Es por ello, que han ido intensificando las visitas sobre todo a aquellos que están solos y que no tienen acceso a internet.
“Durante los patrullajes, nos encontramos con personas que se encontraban en situación de calle. Comenzamos a hacer patrullajes día por medio para repartir alimentos. Methanex y una vecina nos apoyaron con los elementos de protección personal”, comentó.
El voluntariado de Puro Corazón realiza patrullajes con gente en situación de calle y se ha enfocado en el trabajo con cerca de un centenar de adultos mayores que están solos o abandonados. Se trata de un trabajo que se financia con recursos que aportan los propios voluntarios o mediante la postulación a fondos concursables.