En un fallo inédito, los jueces del Tribunal Oral de Punta Arenas condenaron ayer al médico oncólogo magallánico Manuel Gerardo Alvarez Zenteno, como “autor del delito consumado de abuso sexual propio”, en contra de una paciente que padecía cáncer y que murió sin conocer el resultado de su denuncia.
El fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson Soto, tomó el caso desde el principio, pero al juicio no pudo llegar con su principal testigo: la propia víctima.
Sin embargo esto no lo
desalentó. Es más, le pidió a la familia mantener en alto el optimismo. Sabía que no era fácil, porque transcurrieron cuatro años desde ocurrido el episodio que terminó con el médico en el banquillo de los acusados.
El marido y la hija temían impunidad. Sobre todo cuando declararon en el juicio y vieron al fiscal solo. Y al lado del acusado, un “bufet” de cuatro prestigiosos abogados, liderados por Jorge Bofill, quienes presentaron prueba propia y trajeron a declarar a prestigiosos médicos, entre ellos el ex subsecretario de Salud Luis Castillo.
Fallo unánime
El veredicto fue unánime. Por tres votos a cero los jueces del Tribunal Oral de Punta Arenas, Constanza Sutter Lagarejos, Julio Alvarez Toro y Guillermo Cádiz Vatcky, condenaron al médico magallánico Manuel Alvarez Zenteno.
La pena que deberá cumplir el facultativo se conocerá el 12 de octubre, a las 13,15 horas. El fiscal pidió que sea con cárcel efectiva y la defensa en libertad.
Para condenar los jueces dieron veracidad a la prueba del fiscal, principalmente las pericias y declaraciones de los familiares de la víctima, quienes mantenían contacto directo con ella en la fecha de acontecidos los hechos de la denuncia. Además consideraron la versión de los profesionales de la Unidad de Cuidados Paliativos, “quienes en forma concordante refieren las circunstancias en que se produce el relato por parte de la víctima y dinámica de ocurrencia”, indica el veredicto.
Igual consideración tuvieron con las diligencias de la Policía de Investigaciones. Más la pericia criminológica forense de la psicóloga de la PDI, Dayana Guzmán Romero.
Denuncia falsa
El tribunal rechazó la tesis exculpatoria de la defensa, fundado en la imposibilidad de que se consumara el abuso por la condición médica de la víctima y por ende que la denuncia sería falsa.
Uno de los abogados defensores, Sebastián Contreras, dijo al término del juicio que el tribunal no consideró la inverosimilitud de los hechos, “en función de los antecedentes médicos en que se encontraba la paciente”.
Admitió que lo sorprendió el veredicto, “porque como defensa logramos plantear con bastante claridad la imposibilidad de ocurrencia de los hechos. Y comparecieron doctores que corroboraron la tesis nuestra”.
Por ahora quedarán a la espera de la sentencia para revisarla y de ahí presentar un recurso de nulidad.
Fiscal Fernando Dobson: “Fallo
marca un importante precedente”
Junto con manifestarse conforme con el veredicto condenatorio, el fiscal Fernando Dobson dijo que el pronunciamiento del tribunal “marca un importante precedente, en circunstancias de que estábamos ante un caso en que lamentablemente la víctima obviamente no pudo participar de este juicio”.
Explicó que fue un abuso sexual en contra de una paciente que estaba en situación de cáncer terminal, “de manera que resulta relevante que el tribunal arribe a la convicción, por unanimidad, escuchando precisamente los elementos que en vida alcanzó a entregar la víctima, tanto a familiares como a personal médico que la atendió en su última etapa de vida”.
En cuanto a la pena de 4 años de cárcel efectiva que está pidiendo, dio cuenta de que los requisitos objetivos se cumplen, recordando al tribunal que en el tiempo en que el médico cometió el delito de Punta Arenas, “ya existía una formalización por lo mismo en la Región Metropolitana. Esa circunstancia consideramos relevante que el tribunal pondere al momento de analizar la forma de cumplimiento de la sanción”.
Complejo
Admitió que en el plano investigativo lo más complejo de casos como estos es cuando la información emana de ámbitos muy técnicos, como es el área médica, “en que a veces cuesta obtener toda la información en la etapa investigativa”.
Claro que lo más complejo de todo, según Dobson, fue no poder contar con el testimonio de la víctima. Por eso le genera mucha tranquilidad el hecho de que la información que la mujer alcanzó a entregar en vida a sus cercanos, fue valorada por los jueces, quienes lo suplieron con todos los demás antecedentes “que a nuestro juicio eran sumamente contundentes y claros, de que había sido víctima de este delito”.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.
