Claudia Barrientos Barrientos conocía muy bien los problemas de salud que aquejaban a su marido Darwin López Mansilla, enfermo renal que se dializaba hace más de tres años, y que a diario ingería una decena de pastillas.
Por lo mismo el miércoles 23 de agosto, cuando la Policía de Investigaciones lo detuvo en su casa de Puerto Natales, a las siete y media de la mañana, en el marco del megaoperativo transnacional por contrabando, la mujer les pidió que tuvieran cierto cuidado atendido su delicado estado de salud.
Ella acusa que no la escucharon. “Llegaron a la casa y lo levantaron. Le rompieron sus cosas. Le hicieron tira la puerta con un combo. Le sacaron las frazadas para atrás y como lo pillaron se lo llevaron. No le dieron tiempo a que tomara sus medicamentos. Tampoco para que buscara algo abrigado. Lo sacaron para fuera como un perro”.
López fue trasladado al cuartel policial donde prestó declaración. Y más tarde al Juzgado de Garantía de Puerto Natales, junto a otras 13 personas.
Tras varias horas de audiencia, la Fiscalía pidió ampliar la detención por 72 horas, difiriéndose la formalización de cargos para el sábado 26.
En esos momentos el defensor de López, abogado pena público Rigoberto Marín, le solicitó a la jueza Marianela Chacur expresamente que su cliente fuera llevado al hospital porque la condición médica era complicada por falta de diálisis. La idea era que esperara allí la audiencia del sábado dado que a esas alturas ya se mostraba descompensado.
La Fiscalía se opuso y la jueza tampoco dio lugar a lo pedido, ordenando el ingreso a la enfermería del penal, lo que se concretó cerca de las 21 horas.
Pasó muy poco para que nuevamente se descompensara así que tras ser visto por los paramédicos del penal lo llevaron al Servicio de Urgencias del Hospital Dr. Augusto Essmann.
Lamentablemente cerca de las 23 horas falleció producto de un paro cardiaco.
El director regional del Instituto de Derechos Humanos, Cristián Figueroa Fuentealba, adelantó que no descartan presentar acciones legales, ante la negativa de ingresar al detenido al centro asistencial.
“Pido justicia”
La Fiscalía iba a formalizar al contador Darwin López Mansilla, pero cualquier eventual delito se extinguió respecto a su persona por el fallecimiento del imputado.
El sábado en la mañana se realizó su funeral en Puerto Natales, donde fue despedido por mucha gente, amistades y familiares. Por la tarde los restos fueron trasladados a Punta Arenas, donde aún esperan ser cremados en el Cementerio Municipal.
Su viuda, Claudia Barrientos, dijo ayer a La Prensa Austral que lo único que la dejaría más tranquila sería saber que se haga justicia respecto a la muerte de su marido.
Por eso tomó de buena forma el anuncio del fiscal regional (Cristián Crisosto) de nombrar a una fiscal especializada para que investigue estos hechos que calificó de lamentables.
La esposa acusa negligencia porque el día que detuvieron al marido concurrió a la PDI, “a decirles que mi esposo se dializaba y que tomaba diez medicamentos al día. Estaba sin desayuno. La persona que estaba ahí me dijo que no podía verlo y tampoco entregar los medicamentos porque ellos tenían que seguir los protocolos”.
“Yo ya sabía que estaba mal porque cuando no se dializaba un día quedaba mal, porque su corazón dependía de eso. Sufría de baja presión”.
La audiencia no fue en la mañana. Se pospuso para las 17 horas. “Imagino cómo estaba. Sin sus remedios, con frío y sin comer nada. No tenía fuerzas. Le había bajado la presión. Cuando entró al tribunal ya estaba mal”.
“Y cuando el abogado defensor le pidió a la jueza que lo llevaran al hospital, para que estuviera ahí hasta el sábado, ella se negó rotundamente. No le importó verlo como estaba y que la cárcel estaba cerca del hospital por cualquier cosa. Nadie fue humano con él. Le negaron atención”, manifestó la esposa.
Finalmente le gustaría que se aclare el por qué lo estaban investigando, porque ella no tiene idea. “Quisiera saber de qué están acusando a mi marido, tal vez porque le llevaba la contabilidad a algunos de los detenidos. Eso no lo sé”.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.
