De seguro la permanencia y repatriación de 120 argentinos desde Punta Arenas dejará varias historias y anécdotas. Tras el arribo de los dos buses a Río Gallegos la tarde del pasado jueves, se conoció que uno de los pasajeros santacruceños llegó con estado febril, lo que fue confirmado tras el respectivo examen. Del terminal al hospital, donde tras el test de Covid-19 quedó en cuarentena a la espera de los resultados.
También se conoció de la incertidumbre de algunos de los retornados, quienes no sabían cuales serían los pasos a seguir en cuanto al protocolo que habían dispuesto las autoridades sanitarias de su país. El desconocimiento pasaba por saber si tendrían que cumplir cuarentena (14 días en sus domicilios) e, incluso, desconocían si tendrían traslado desde la capital de la provincia a sus respectivas ciudades.
Ayer, se conoció de otra situación. El Diario Tiempo Sur, señaló que uno de los repatriados -chileno residente en Gallegos- debió ser retenido en la frontera por no portar su DNI argentino.
De acuerdo con lo informado, el joven se había trasladado a Punta Arenas los primeros días de marzo con el propósito de regularizar su documento chileno y que luego de permanecer sin poder retornar debió acudir al Consulado argentino que lo incluyó en la lista de repatriación.
Sin embargo, el único documento que daba cuenta de su residencia en Argentina era un certificado de domicilio extendido por la Policía de Santa Cruz fechado el 8 de abril de 2019.
Por lo anterior, y mientras se determinaba su situación, el joven fue bajado del bus en la frontera y mantenido en dependencias de la aduana.
Por La Prensa Austral