Brasil superó las 5.000 muertes a causa del nuevo coronavirus, tras registrar en las últimas 24 horas un récord de 474 fallecidos, y el número de contagios subió a 71.886, informó este martes el Ministerio de Salud.
El gigante sudamericano suma 5.017 muertos por la Covid-19, la cifra más alta de Latinoamérica, con lo que supera a China en número de fallecidos, según el balance diario oficial.
La pandemia se ha convertido en una crisis política en Brasil, donde el Presidente Jair Bolsonaro critica constantemente a los líderes del Congreso, a los gobernadores y alcaldes que defienden las medidas de cuarentena y distanciamiento social para contener la propagación del coronavirus.
El Mandatario demerita la letalidad del virus, al que califica de “gripecita”, promueve aglomeraciones y se pronuncia reiteradamente a favor de la apertura del comercio y las escuelas.
Investigación contra Bolsonaro
La Corte Suprema de Justicia ordenó investigar al Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a quien al ex ministro de Justicia Sergio Moro acusó de haber interferido políticamente en el Poder Judicial.
La decisión fue del magistrado Celso de Mello quien respondió a la solicitud realizada el viernes anterior por el fiscal general de la Nación, Augusto Aras.
Moro, quien como juez condujo a prisión al ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el viernes su renuncia después de que Bolsonaro destituyera al director general de la Policía Federal, Mauricio Valeixo.
Durante el discurso en el que anunció su dimisión, el ex juez cuestionó la interferencia política del Mandatario en el nombramiento de cargos técnicos, incluido el del director de la Policía Federal.
Según el magistrado, es posible abrir una investigación contra Bolsonaro ya que los hechos narrados por Moro se relacionan con el ejercicio del cargo del Mandatario.
De acuerdo a la Constitución brasileña, el Presidente no puede ser investigado por actos que hayan ocurrido fuera del ejercicio de su mandato.
“Los crímenes presuntamente cometidos por el Presidente de la República, según lo informado por el entonces ministro de Justicia y Seguridad Pública, parecen mantener (…) una conexión íntima con el ejercicio del mandato presidencial”, argumentó De Mello en su decisión.
La apertura de la investigación en el Tribunal Supremo tiene como objetivo esclarecer si Bolsonaro cometió un eventual delito de falsedad ideológica, coacción, prevaricación u obstrucción de justicia, entre otros.
En caso de que las acusaciones de Moro no se comprueben, la declaración del ex ministro puede constituir un delito de “denuncia calumniosa”.
Después de año y medio en el poder, Bolsonaro vive actualmente la mayor crisis política de su mandato, que se suma a la problemática que afronta por la pandemia del coronavirus.
Además de la renuncia el viernes pasado del ex juez Moro, ocho días antes tuvo lugar la salida del titular de la cartera de Salud Luiz Henrique Mandetta.