El SS-22 General Carrera recaló el 28 de septiembre en Punta Arenas y se encuentra alistado para realizar ejercicios militares en el marco de su programación anual de entrenamientos en la zona austral. Se trata de uno de los dos submarinos diésel-eléctricos de la clase Scorpéne de la Armada de Chile, unidades diseñadas y construidas por Naval Group en Francia, pensados para desarrollar misiones de guerra antisubmarina, antisuperficie y operaciones especiales.
“Es muy importante contar con una unidad tan moderna como el submarino Carrera en las aguas del estrecho de Magallanes y en general en las aguas de la Tercera Zona Naval. Estas son de las aguas más complejas y más demandantes del mundo, por lo tanto entrenarnos en estas condiciones nos permite estar con las capacidades para operar en cualquier parte del planeta”, sostuvo el comandante en jefe de la Tercera Zona Naval, contraalmirante Jorge Castillo.
Los submarinos chilenos cuentan con el Sistema Táctico de Combate Submarino (Subtics) de Naval Group, además de sonares con un sistema de búsqueda activa o pasiva; un sonar cilíndrico de largo alcance para detección acústica panorámica en 360º, que opera en modo pasivo; un sonar de interceptación de búsqueda activa; un sonar de flanco utilizado para detección pasiva y sonar de alta resolución para detección de obstáculos y minas.
En cuanto a armamento, cuenta con seis tubos lanzatorpedos, con capacidad para disparar torpedos pesados, misiles o sembrar minas.
El comandante del submarino Carrera, capitán de navío Sven Barckhahn Anker, comenta que “el rol principal es de defensa y disuasión. Cada vez que el submarino zarpa, está ejerciendo patrullajes en nuestras zonas de interés, disuasión a través de un poder naval creíble y con capacidades de inteligencia, de lanzamiento de torpedos, de navegación en alta mar desde Arica hasta Diego Ramírez y en todas las áreas de interés nacional”.
Estos días la unidad submarina estará interoperando con unidades de la Tercera Zona Naval con base en Punta Arenas, para “operar con helicópteros, con unidades tanto en superficie como sumergidos”, agregó el comandante Barckhahn.
Esta unidad tiene 66,4 metros de eslora y 8 metros de manga y desplaza 1.711 toneladas sumergido, logrando una velocidad de 21 nudos bajo al mar y alcanza una autonomía de 6.500 millas náuticas a 8 nudos en superficie.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL
