Cada invierno la población de Punta Arenas se ve enfrentada al rigor del clima magallánico, donde la nieve y bajas temperaturas más allá de complicar los desplazamientos, causa verdaderos estragos a la red de agua potable, que en algunos hogares termina congelándose porque sus propietarios no adoptan las medidas preventivas.
Desde hace más de una semana, los reclamos de los residentes se han multiplicado, frente a la falta de agua potable en sus domicilios y medidores reventados como consecuencia de las heladas. La empresa Aguas Magallanes, responsable del suministro, había recibido hasta el lunes 24 más de 4 mil requerimientos de emergencia en Punta Arenas, Natales y Porvenir, sin poder atenderlos en su totalidad.
En la población Gobernador Viel, Andrés Mundaca Tapia y Jeanette Bahamondes Trujillo viven una verdadera odisea. Desde el pasado jueves no cuentan con agua, y el sábado el medidor explotó debido a las heladas, creando peligrosas capas de hielo en las calles y veredas del sector. “A partir del jueves que no tenemos agua, están todas congeladas las cañerías y el sábado alrededor de las 6 de la tarde el medidor explotó”, relató Andrés Mundaca. Los dos residentes han tenido que ingeniárselas, recurriendo a la nieve y a la ayuda de vecinos y camiones repartidores de agua para satisfacer sus quehaceres diarios.
Este no es un caso aislado. Cientos de personas han utilizado las redes sociales para manifestar su realidad, reportando medidores rotos y agua fluyendo sin control desde hace días. La esperanza de muchos es que la empresa sanitaria responda con descuentos en las futuras boletas para compensar los inconvenientes y pérdidas sufridas.
Dificultades
Christian Adema Galetovic, gerente regional de Aguas Magallanes, explicó las dificultades que enfrenta la empresa para manejar la emergencia. “Estamos desplegando más de 100 personas en terreno, reparando cañerías y medidores, pero la magnitud de los problemas supera nuestras capacidades actuales”, señaló. El gerente también mencionó que la empresa ha priorizado los casos más urgentes y aquellos que representan un mayor riesgo para la comunidad.
La situación se agrava debido a la confusión sobre las responsabilidades en la reparación de medidores y cañerías. Según Aguas Magallanes, la protección del medidor y las cañerías internas es responsabilidad del cliente, mientras que la empresa se encarga de los problemas desde el medidor hacia la red general. Esto ha generado frustración entre los clientes, quienes sienten que no reciben el apoyo necesario para resolver sus problemas.
En medio de la crisis, los puntarenenses han mostrado su espíritu de solidaridad, con vecinos ayudándose mutuamente y compartiendo recursos. Sin embargo, la solución definitiva depende de una respuesta efectiva por parte de Aguas Magallanes y de medidas preventivas para evitar que situaciones similares se repitan en un futuro.
La empresa asegura que realiza campañas de invierno todos los años, informando a los clientes cómo proteger sus medidores y cañerías, pero la realidad demuestra que estas medidas no han sido suficientes. “Nos preparamos para el invierno, pero este ha sido particularmente severo. Estamos haciendo todo lo posible por resolver los problemas reforzó Adema.
Se espera atender todos los requerimientos pendientes que tiene Aguas Magallanes dentro de la semana. Sobre los cortes programados, desde la sanitaria sostienen que es una decisión que se ve día a día, momento a momento, pero que por ahora no se estima necesario tomar esta medida.
LECTURA:
Aguas Magallanes distribuye recipientes en distintas juntas de vecinos de la ciudad, para que los vecinos puedan abastecerse de agua potable.
Gerardo López
