Los jueces del Tribunal Oral en lo Penal resolvieron que el juicio en contra de los acusados de asesinar al estudiante Roberto Verdugo sea presencial y no vía telemática, a través de la plataforma “Zoom”, como lo solicitaba Gendarmería.
Ayer en la mañana se realizó una audiencia donde el jefe de la Unidad de Servicios Especiales (Usep), mayor Gustavo Núñez, argumentó razones de seguridad para pedir que el juicio más esperado del año se realice vía remota. Y así no tener que trasladar al principal acusado, Adalio Mansilla Quinchamán, desde la cárcel de alta seguridad de Puerto Montt a Punta Arenas. El coimputado y sobrino de éste, Fabián Peña Mansilla, le dijo a los jueces que prefería que el juicio sea presencial.
La fiscal Wendoline Acuña se inclinó por un juicio online. Al igual que el querellante Patricio Olivares. No así las defensas de ambos acusados, José Miguel Navarrete y Rodrigo Lillo, quienes pidieron presencialidad para una mejor defensa. Para ellos los argumentos de Gendarmería no son válidos y debe primar la garantía que tienen de estar presentes en un juicio oral.
“La presencialidad en la audiencia es un derecho y garantía que no se puede transgredir mediante una modalidad telemática para los acusados, que tienen el derecho a presenciar su juicio oral”, argumentó Lillo.
Y que las eventuales manifestaciones fuera del tribunal deben ser resguardadas por Carabineros.
Los jueces Constanza Sutter, Jaime Alvarez y Alejandra Rosas resolvieron que “no existen antecedentes suficientes para alterar la forma normal del desarrollo de este juicio oral, toda vez que las situaciones de riesgo a que elude Gendarmería son situaciones externas al desarrollo del juicio mismo, que pueden ser controladas por otra vía. En consecuencia se rechaza la solicitud planteada por Gendarmería en cuanto a que ambos acusados presencien este juicio mediante la plataforma Zoom”, indicó la jueza Sutter.
El inicio del juicio se fijó para el 5 de diciembre, procedimiento programado para 7 días, con presencia de 30 testigos y 9 peritos.
Fuente: La prensa austral