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Esto a propósito del sumario con posterioridad al intento de fuga de cuatro peligrosos reos que tuvieron que ser sacados de Punta Arenas.
Hay un conocido dicho que dice “palos porque bogas, palos porque no bogas”, haciendo referencia a que siempre te van a criticar, independiente de que lo que hagas esté bien o esté mal.
Este refrán representa muy bien el sentir de los funcionarios de Gendarmería, luego de que dos de los suyos fueran suspendidos por el fiscal administrativo en el marco del sumario que se inició con posterioridad al intento de fuga de cuatro peligrosos reos desde la cárcel de Punta Arenas.
La noche del 21 de agosto, Enrique Armando Villarroel Cárcamo; Rodrigo Sebastián Lara Aguilar; Raúl Patricio Ampuero Miranda y David Franklin Lugo Martínez, pusieron en marcha el plan que con tiempo venían desarrollando sigilosamente.
Cortaron los barrotes de la celda para huir pero los pillaron cuando intentaban cruzar el segundo de los anillos de seguridad.
Los sensores de seguridad de los cercos metálicos alertaron a los centinelas de guardia en la sala de cámaras de seguridad. Y estos dieron la alarma, activándose de inmediato el operativo que frustró la fuga.
Los tres chilenos y un dominicano fueron posteriormente trasladados a otros penales del país.
Gendarmes suspendidos
Pero el intento de fuga no sólo le costó la salida del penal de Punta Arenas al cuarteto, sino que la institución suspendió a dos funcionarios, a partir de una investigación interna y de la denuncia que interpuso el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Para el dirigente nacional de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), suboficial mayor Benito Sarabia Aguayo, esta es una muy mala señal, según indicó a La Prensa Austral.
“Lo que nos preocupa tiene relación con que, lo que se está resolviendo hoy con los gendarmes, no está muy a tono con lo que quiere la ciudadanía de los agentes del Estado en materia de seguridad”.
Sancionar a quienes cumplen con las obligaciones impuestas, infunde un mensaje de temor para los demás gendarmes. Algo así como ojo, tengan cuidado, porque saben lo que le puede suceder en caso de.
“Pensamos que el mensaje debiera ser más de respaldo hacia los funcionarios”, señaló, “porque de lo contrario el gendarme queda con la sensación de que por tratar de hacer bien las cosas, y ponerse a tono con lo que quiere la misma ciudadanía en materia de seguridad, pueden terminar investigados, sumariados, heridos y muchas cosas más. Al final los colegas quedan con la sensación de no sentirse respaldados”.
Por lo mismo recordó que el intento de fuga lo protagonizaron cuatro reos que infringieron todo el régimen interno. Con claras intenciones de fugarse del recinto carcelario. Y si esto se hubiese consumado, esos mismos gendarmes estarían dados de baja por no ser capaces de impedir la fuga. Pero si lo hacen , y logran repeler a estos peligrosos internos, después se les acusa de actuar con mucha firmeza”.
“Amarrados de mano”
Nadie está en contra de velar por los derechos humanos, “pero en un momento cuando tenemos que hacer una reducción, para vitar que se fuguen, y poner las medidas de seguridad, como las esposas o grilletas, hay uso de la fuerza. Es algo natural, porque no estamos tratando con niños de kínder, sino con delincuentes avezados que trataron de fugarse”.
Según Sarabia, al final terminan victimizando a quienes intentaron vulnerar los sistemas de seguridad.
En concreto dicen sentirse “amarrados de mano” y con cero respaldo institucional. Porque el mensaje no es otro que, ojo, si se ponen un poquito firme pueden terminar en caso o tal vez expulsados de la institución.
Ganan los reos
El dirigente señala que con esto sólo ganan los reos, “que quieren doblegar el sistema y aprovecharse de las circunstancias y fugarse, a pesar de que están cumpliendo una condena por otros delitos y los gendarmes quedamos en una situación incómoda, que no esperábamos. Al contrario, aguardábamos una felicitación para los colegas que evitaron una fuga, de un complejo grande, como es el de Punta Arenas. Sin embargo hoy estamos lamentando la suspensión de dos funcionarios y quizás de cuántos más sumariados”.
Dice no estar en contra de sancionar a los funcionarios que escapen de la normativa y cometan abuso de poder, o vayan en contra de los derechos humanos, “pero las medidas preventivas que se tomen no deben ser tan exageradas, como suspender a un funcionario de forma inmediata, teniendo otras alternativas”.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.