Prefectura Naval Argentina expulsó días atrás al velero SY Witness de Greenpeace de una zona en la cual operan empresas petroleras a unos 300 kilómetros de Mar del Plata.
El hecho contrasta con lo que ocurrió en abril de este año en Chile donde el Witness, un velero de bandera holandesa y sólo con un permiso para realizar turismo, recorrió libremente las zonas de producción de la industria salmonera. Esto ocurrió a pesar de las denuncias realizadas por las firmas y la advertencia ante las autoridades de que la presencia del yate podía afectar el proceso productivo y el ecosistema local.
“Según informan sitios especializados, el Witness -un velero oceánico con analizadores acústicos a bordo- intentó acercarse a la zona donde operan los buques BGP Prospector, Geo Service I y el remolcador Candela S. La embarcación se alejó del lugar sin mayores inconvenientes con dirección al puerto de Montevideo”, indica el sitio Sector Energético en un artículo titulado “Prefectura logró disuadir un velero de Greenpeace que navegaba hacia la zona CAN-100”.
“En la zona donde se realizan las tareas de exploración no hay actividad pesquera, al menos flota argentina”, sigue.
“El BGP Prospector (contratado por Equinor y la petrolera argentina YPF) llegó a la zona CAN-100 en la primera semana de octubre para arrancar distintas tareas que incluyen la exploración sísmica que podrían concluir en el hallazgo de importantes reservas de hidrocarburos”, explica el medio.
“En Mar del Plata entienden que la perforación del primer pozo de hidrocarburos offshore en la Cuenca Norte del Mar Argentino abrirá la oportunidad de generar inversiones por USD 40.000 millones en componentes nacionales y la contratación de 125.000 trabajadores para el sector durante las próximas tres décadas”, concluye.
Su recorrido por los fiordos en Magallanes
El Witness recorrió los fiordos en Magallanes sin que las autoridades intervinieran. Todo indica que se realizaron labores de observación que no estaban delimitadas por el permiso de “turismo” solicitado en Chile.
A pesar que desde los centros de producción se les solicitó que abandonaran los espacios concedidos el velero continuó con su tarea recopilatoria de información clasificada.
Resulta llamativo que Greenpeace levantó una fuerte campaña con su viaje por los fiordos, dedicado especialmente a afectar la imagen de las salmoneras, pero no ha hecho mención todavía a su incidente en la Argentina.