Los dos tripulantes indonesios imputados por el ataque sexual en contra de una técnico en enfermería, ocurrido al interior de una céntrica residencia sanitaria, fueron parte de los quince tripulantes desembarcados hace dos semanas del barco pesquero Unzen que debió atracar al muelle fiscal Arturo Prat tras llegar procedente de Puerto Montt.
Septian Agung Wilando y Abdul Kadir eran dos de los ocho indonesios que permanecían cumpliendo cuarentena en la residencia sanitaria y completaban su periodo de confinamiento obligatorio a mediados de esta semana.
Desde la empresa armadora del pesquero Unzen, Emdepes, no hubo pronunciamiento sobre lo ocurrido ni menos detalle sobre el origen de estos tripulantes y desde cuándo estaban embarcados. Sólo se señaló que esta es una situación que le corresponde a los dos extranjeros formalizados ante el Juzgado de Garantía.
José Hernández Villarroel, secretario del Sindicato de Tripulantes y Oficiales de Naves Especiales, expresó que el Unzen es un barco pesquero que opera hasta con 60 ó 70 tripulantes y que dentro de su tripulación están registrados 9 ciudadanos indonesios y dos japoneses.
“La legislación laboral permite que las empresas mantengan hasta un 15% de ciudadanos extranjeros que pueden mantener en sus tripulaciones. Nosotros hace más de un año en diversos oficios hicimos ver esta situación porque a veces hay tripulantes como los indonesios que trabajan sin que se les respete sus periodos de descanso y están a bordo por largo periodo de tiempo”, señaló.
Hernández expresó la solidaridad del sector con la funcionaria afectada y su familia. “Es un acto criminal que los afecta y nos conmueve a todo el mundo del trabajo, razón por la cual expresamos nuestro enérgico rechazo a actos de tanta crueldad hacia una trabajadora que dedica su vida en beneficio de la comunidad”.
Sin embargo, criticó la mala administración para controlar la pandemia en la Región de Magallanes por parte de las autoridades políticas que han ido permitiendo una serie de actos que confunden y generan un descontrol en los contagios.
Señaló que ellos en su momento abogaron porque los tripulantes que contraigan el Covid-19 sean desembarcados y cumplan cuarentena fue justamente pensando en la dignidad que merecen como todo trabajador considerando los espacios estrechos en las habitabilidades que tienen en los barcos y donde es difícil cumplir con una recuperación en pieza aislada y alejado del resto de la tripulación.
“Como organización velamos por el respeto y la dignidad de los trabajadores y sus familias, cuando solicitamos a las autoridades que las tripulaciones de las naves pesqueras realicen sus cuarentenas en recintos seguros, estamos cumpliendo con nuestro deber social y dirigencial. Entonces en ningún caso se nos puede pretender endosar responsabilidades sobre actos criminales cometidos por dos individuos enajenados que cometen ilícitos tan graves”, expresó el dirigente sindical.
Además llamó a las autoridades para que se comprometan con los trabajadores y la comunidad: “no podemos seguir siendo pacientes observadores de la ineficiencia política de quienes tienen responsabilidades al respecto, necesitamos con urgencia cambios profundos en la conducción de nuestra región, no es plausible que los hechos vayan adelantándose y las respuestas sean siempre tardías”.