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Fue uno de los pioneros en la especialidad de nefrología en el Hospital Clínico y a pesar de la larga enfermedad que lo aquejaba, trabajó hasta el final.
Con el sonar de las sirenas de ambulancias y globos blancos, los funcionarios del Hospital Clínico de Magallanes rindieron este domingo un sentido homenaje al doctor Humberto Hurtado Yutronich, destacado médico nefrólogo que dedicó más de cuatro décadas de servicio a la salud pública en la región. Su fallecimiento provocó un profundo pesar entre quienes lo conocieron y su vida dejó una huella profunda, no sólo por su invaluable aporte a la medicina, sino también por el impacto humano que dejó en sus colegas, pacientes y amistades.
El doctor Hurtado, nacido el 22 de noviembre de 1956 y titulado en la Universidad de Chile, fue el precursor de la Unidad de Diálisis del hospital, una unidad que comenzó sus operaciones en 1980 con apenas tres pacientes.
A lo largo de los años, el doctor Hurtado lideró el crecimiento de este servicio, y hoy se atiende a más de un centenar de personas (en hemodiálisis). La Unidad de Diálisis se consolidó como un centro de referencia para el tratamiento renal en Magallanes, brindando una atención que combinaba alta calidad profesional con una calidez humana inigualable, y el especialista fue parte de este proceso.
Durante la emotiva ceremonia de despedida, el doctor Wladimir Moraga, director médico (s) del centro asistencial, destacó la humildad y compromiso de su colega, reflejando el respeto que todo el equipo médico sentía por él. “Se va uno de los nuestros, un hombre que dejó huella. Cuando le entregábamos un reconocimiento en vida, él decía que no se sentía merecedor. Pero eran los propios funcionarios quienes pedían estos homenajes. Humberto fue un gran médico y un excelente profesional. Gracias por todo, Humberto. Te vamos a echar de menos, descansa en paz”.
Este reconocimiento, entregado en vida, fue solicitado y organizado por sus compañeros de trabajo, fue testimonio de la profunda admiración que el doctor Hurtado inspiró en quienes tuvieron el privilegio de compartir su camino.
El doctor Héctor Gómez, su amigo y colega cercano, también expresó su admiración y afecto, resaltando no sólo su valor como médico, sino también como compañero: “Era un hombre dedicado, estudioso y empático con sus pacientes y colegas. Hasta días antes de dejarnos, él seguía viendo a sus pacientes y enseñándonos a todos. Era un hombre muy especial. Vamos a recordarlo como lo que fue: no sólo un gran médico, sino un buen hombre. Adiós, amigo, colega y compañero”.
Humberto Hurtado no sólo fue un destacado médico; fue un hombre de familia, casado con María Soledad Fernández y padre de dos hijos. Su vida profesional estuvo siempre marcada por una profunda vocación de servicio y una empatía que lo convirtieron en un referente no sólo por su habilidad clínica, sino por su carácter íntegro. Quienes trabajaron a su lado lo recuerdan como alguien que siempre tuvo tiempo para escuchar, enseñar y cuidar de sus pacientes, incluso en los momentos más difíciles.
Hoy, la comunidad médica de Magallanes se viste de luto, pero su legado permanece vivo. El doctor Hurtado será recordado por su entrega incondicional a la salud de la región y por la huella imborrable que dejó en la Unidad de Diálisis, un servicio que es hoy un modelo de atención en la región.
Los funcionarios despidieron al doctor Humberto Hurtado, junto con ellos sus pacientes se sumaron a esta triste partida, pero su memoria y su trabajo seguirán vivos en su Unidad de Diálisis y en el corazón de quienes tuvieron la dicha de conocerlo.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.
