Un padre y una madre fueron formalizados en Punta Arenas, región de Magallanes, por agredir a su hija menor de edad por no aceptar su orientación sexual.
Según explicó el persecutor Oliver Rammsy, durante 2020, el hombre golpeó en tres ocasiones con una correa el trasero de su hija, afectando su emocionalidad y autopercepción.
Por su parte, la madre -durante el mismo año- agredió con sus manos la cintura y hombros de la niña, esto como hábito correctivo.
En ese sentido, se precisó que la normalización de la violencia como método educativo afectó la psiquis de la víctima, quien también estaba aquejada emocionalmente porque sus padres no aceptaban su orientación sexual.
El caso ya había sido abordado por el Tribunal de Familia de Punta Arenas, por lo que ya está en vigencia un tratamiento para todos los involucrados.
Respecto del aspecto penal, el Ministerio Público ofreció suspender el procedimiento por un año, lo cual fue aceptado por los imputados, quienes para mantener este beneficio deben informar su domicilio y cualquier cambio de este, no ser procesados por otro delito y cumplir a cabalidad la terapia impuesta.