Esperando análisis de huellas y con regalos de la comunidad, ciudadano ruso sigue viviendo en aeropuerto de Punta Arenas

Se ha hecho de amigos y ha sido bien recibido por los magallánicos

Además de gran aventurero, es un lector acérrimo que ha visto reflotado su interés en artículos náuticos mientras espera que las diligencias administrativas y burocráticas continúen. Rimas Meleshyus continúa viviendo en el Aeropuerto Presidente Ibáñez de Punta Arenas, aunque a estas alturas ya se ha hecho de algunos amigos, solidarios magallánicos que lo invitan a su hogar, ocasionalmente le brindan comida y oportunidad para ducharse. En el intertanto, se entretiene con lecturas y videos de navegación, esperando un nuevo zarpe.

Como era de esperarse, junto con su documentación, perdió todos sus libros en el mar cuando su velero, un Bristol Channel Cutter, naufragó. “Fueron alrededor de 75 libros que perdí en el mar, también perdí un dron. Los fui coleccionando cuando vivía en las islas de Hawai, diferentes libros de personas que navegaron alrededor del mundo”, comenta Rimas. “Leí mucho mientras navegaba por los mares, como también veía muchos videos en Youtube de otros viajes”.

A su navío le apodaba el “Grandísimo Aventura”, del cual asegura tener incontable cantidad de historias. “Puedes navegar cualquier agua del mundo con este velero, tiene un diseño sólido y gran reputación en el mundo, especialmente popular en Francia e Inglaterra”, asegura Rimas, pese a que el destino final de su nave fue el fondo del mar.

“En mis otros viajes, el 2014, 2015, 2017 y 2018 estuve largos periodos en el mar. Tres meses, seis meses alejado de cualquier costa o isla. Muchos marineros se han perdido en el mar, lo he leído y visto. Yo sobreviví muchas veces, se cómo sobrevivir en el océano. Para mí el océano no es peligroso, me da más miedo caminar por las calles de Santiago que navegando por el mar”, reflexiona Rimas.

Actualmente su tarjeta de crédito sigue bloqueada y sigue durmiendo en el aeropuerto. Comenta que según lo dicho por las policías, es más conveniente para él permanecer ahí, ya que no tiene forma de contacto telefónico: su celular igualmente no tiene ni batería ni número disponible. “No he tenido respuesta por mis huellas dactilares, son importantes ya que indicarán que no tengo antecedentes. Quizás sean otras dos o tres semanas, no las espero pronto. Tengo que esperar aquí nada más. Pero tengo una mentalidad muy positiva, todo saldrá bien”.

“Unas noches atrás una señorita me trajo una almohada y un saco de dormir. Otra noche me trajeron dos grandes botellas de agua”, comenta Rimas sobre su recepción de la comunidad.

El domingo, la familia de Yesennia Fuentes fue a dejar a una persona al aeropuerto y se topó con el ruso Meleshyus. “Le preguntamos si nos aceptaba un plato de comida y una ducha en nuestra casa y accedió. Después nos pidió quedarse a dormir y no pudimos decir que no, así es que se quedó y durmió muy bien. Desayunamos y lo llevamos de regreso. El se ganó nuestro afecto, es un hombre muy especial y nuestra amistad nos alegró el día. Aunque nuestras conversaciones no sean fluidas, nos entendemos por medio de traductor”, comentó Fuentes.

FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.

Comenta con Facebook
Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba