Minutos antes de que la Policía de Investigaciones sacara del Hotel Chalet Chapital a los dos ciudadanos indonesios detenidos por violación, una técnico paramédico que trabaja en residencias sanitarias se instaló en las afueras para expresar su repudio y rechazo a lo acontecido.
Claudia Mellado habló a título personal, para solidarizar con su colega, y manifestar la indignación que siente en estos momentos porque al igual que la técnico paramédico agredida sexualmente, también es madre.
“La conozco a ella y puedo decir que estamos en un riesgo permanente, desde que partió esto. Hace cuatro meses que venimos pidiendo protección. Incluso tuvo que llegar una enfermera para hacer una hoja de incidentes de lo que pasaba en las residencias sanitarias”, comentó.
“Tenía que pasar algo así para que nos tomen en cuenta y entreguen una solución. Es una impotencia muy grande, porque es algo que no se le va a olvidar nunca. Tengo pena y rabia. Ella también tiene hijos y una familia. Siempre exigimos seguridad y protección”, expresó.
Como empleados de Salud es la autoridad sanitaria la que debe adoptar los resguardos y protección.
“En las noches quedamos solas, y hemos tenido muchos incidentes. Estas son cosas que vienen pasando desde abril”, acusó.
“Esto no puede quedar así. En Indonesia al que roba le cortan las manos y a los violadores los castran. Y acá por qué tenemos que tener piedad con ellos. Todos los días arriesgamos nuestras vidas por pacientes positivos, y la familia que tenemos atrás, pero lo hacemos por vocación”, indicó Claudia.