El mismo sujeto que fue condenado a 10 años de cárcel por femicidio frustrado, pero que el juicio fue anulado por la Corte de Apelaciones y, al final, terminó siendo condenado por lesiones, volvió a atacar a la ex pareja.
Héctor Leuquén Tecay cumple con cárcel efectiva esta sanción. Sin embargo últimamente resultó beneficiado con la salida dominical.
Aprovechándose de estas circunstancias el sujeto volvió a la casa de la mujer, siendo que pesa una prohibición absoluta de acercamiento. Esto no le importó y quebrantó el mandato judicial.
Pareciera que la intención era terminar algo que dejó inconcluso, dado el grado de agresividad con que la atacó. Además, porque la había amenazado anteriormente con matarla.
Este domingo llegó inesperadamente al domicilio, ingresando sin autorización y atacó a la víctima.
Femicidio frustrado
“Con un cuchillo le propinó un corte a nivel del abdomen, lesiones de características de femicidio”, según indicó la fiscal Romina Moscoso.
Al imputado lo formalizó por violación de morada, amenazas, desacato y femicidio frustrado.
Además, agrupó esta investigación a varias otras denuncias, a partir del 30 de septiembre de 2023, fecha en que la víctima delató al hombre porque la llamaba e intentaba acercarse a ella y también la amenazaba. Con un ingreso sin permiso a la casa, en una de las ocasiones.
Violencia
“Esto es un espiral de violencia que ha ido en aumento y que decanta en esta agresión física que cometió el día domingo”.
La fiscal pidió la prisión preventiva anticipada, dado que está cumpliendo condena, pero es ante la eventualidad que le puedan otorgar nuevamente un beneficio extra carcelario.
En junio de 2022 la Corte de Apelaciones anuló la sentencia de 10 años de cárcel por femicidio frustrado.
Los hechos datan del 4 de octubre de 2020, cuando Héctor Leuquén concurrió al domicilio de su ex conviviente y luego de ingresar se abalanzó sobre ella. Con sus manos le apretó el cuello para estrangularla, señalándole que la mataría.
La mujer trató de zafarse empujando al hombre y en ese momento logró activar un botón de pánico que le habían proporcionado previamente, lo que la salvó de morir.
El sujeto la zamarreó y golpeó en diversas partes del cuerpo,y la aprisionó para azotarla contra un muro de la casa, resultando la víctima con diversas lesiones, en el cuello, tórax y miembros superiores e inferiores, dolor a la palpación en ambos brazos y muslos, clínicamente calificadas de mediana gravedad.
Para el tribunal oral, esto fue un femicidio en grado de frustrado, pero el tribunal de alzada dijo lo contrario y ordenó un nuevo juicio.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.