La Fiscalía Regional del Biobío informó ayer que un equipo de peritos extranjeros se sumará al grupo de profesionales que continúan con los análisis para esclarecer las circunstancias de la muerte de Tomás Bravo, pequeño de tres años y medio cuyo cuerpo fue hallado el 26 de febrero pasado en el sector rural Caripilún, en la comuna de Arauco, donde había
desaparecido nueve días antes.
El ente persecutor detalló que se está “avanzando en el desarrollo de múltiples diligencias instruidas a los equipos policiales, cuyos resultados se esperan en el más breve plazo posible”, según consignó La Tercera.
La causa de muerte de Tomasito se mantiene como indeterminada y sigue en estudio por parte del Servicio Médico Legal (SML).
El único imputado hasta ahora, el tío abuelo del niño, J.E.E.E., de 57 años -la última persona que vio con vida al niño antes de que se perdiera el pasado 17 de febrero-, fue dejado el jueves pasado en libertad por la Corte de Apelaciones de Concepción, que consideró diversas incongruencias y falta de rigurosidad científica en la prueba presentada por el ente persecutor para justificar la imposición de la prisión preventiva.
La Fiscalía comunicó, además, que se está trabajando junto al SML en el esclarecimiento de la causa y circunstancias en que falleció el pequeño: “En esta tarea, se está a la espera de numerosas conclusiones forenses. Asimismo, para la consecución de este objetivo, se contará con análisis de peritos extranjeros”, indicó.
“Debido a lo anterior, resulta indispensable posponer la entrega del cuerpo del niño a su familia”, informó.
Los padres de Tomás ya están en conocimiento de la decisión y “han comprendido la necesidad de esperar para recibir a su hijo”, agregó.
La fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, determinó, en paralelo, “declarar el secreto de algunas piezas de la indagatoria”, con el fin de resguardar los antecedentes.
Además, se anunció que en la causa se incorporó a la Unidad de Alta Complejidad de la Fiscalía Regional del Biobío.