A fines de septiembre, los representantes de seis sindicatos de Nova Austral enviaron una carta al embajador de Noruega en Chile esperando obtener el respaldo del gobierno del país europeo ante la crisis que atraviesan por la posible liquidación de Nova Austral y la consecuente pérdida de sus empleos.
En la carta, pedían reunirse con embajador y sus gestiones ante DNB Bank, considerando que se trata de una institución en la que participa el Estado noruego y que según los trabajadores “está presionando a través de la justicia noruega para que Nova Austral no logre una vía para su reorganización, sino más para una liquidación total de la empresa”.
La respuesta fue por completo desfavorable a las pretensiones de los sindicatos: negaron la posibilidad de una reunión y aclararon que la Embajada “no tiene ningún derecho de intervención hacia DNB u otras empresas involucradas en este asunto”.