A diferencia de lo ocurrido el año pasado, donde a causa del inicio de la pandemia se suspendieron todas las actividades al aire libre y bajo techo, este año los pescadores vivieron una especial procesión en honor a su santo patrono, en el terminal pesquero de Barranco Amarillo, al norte de Punta Arenas.
La fiesta de San Pedro fue presidida por el obispo Bernardo Bastres y se realizó exclusivamente en tierra, sin la tradicional navegación por el estrecho de Magallanes.
Se trató de una sobria celebración, donde hubo música chilena, baile folclórico y el sentido recuerdo de los pescadores desaparecidos en plena faena en el mar.
Monseñor Bastres valoró la constancia y devoción de los trabajadores del mar en rendir tributo a San Pedro, a través de una Novena, que culminó este lunes con la procesión en la caleta de Barranco Amarillo. Por lo mismo instó a la comunidad a reconocer el duro y esforzado quehacer que despliegan los pescadores, al traer el fruto del mar para alimentar a las familias.
La actividad se realizó bajo el control de la autoridad marítima, respetándose los aforos y protocolos sanitarios en medio de la Fase 3 del Plan Paso a Paso en que se encuentra Punta Arenas.
Por La Prensa Austral