En el marco de la orden amplia de investigar que recibió la Sip de Carabineros por parte de la Fiscalía, ayer continuaron las diligencias para dar con el paradero de la banda que de madrugada ingresó al módulo central de Zona Franca y sustrajo productos por más de 200 millones de pesos, entre joyas de oro y relojes de alta gama.
Fuentes consultadas por La Prensa Austral dieron cuenta que ayer prestó declaración la propietaria del vehículo que apareció abandonado en prolongación Mardones, a bordo del cual se movilizaron los delincuentes para consumar el robo.
Curioso resultó constatar para la policía que la supuesta afectada recién diera cuenta de la desaparición de su Nissan Murano, año 2006, de color negro, el martes a las seis de la tarde, siendo que los carabineros lo encontraron abandonado cerca de las 9 de la mañana. Lo que se supone es que el vehículo fue sustraído el lunes en la noche porque a las tres de la mañana ya estaba estacionado a un costado de la Zona Franca, por el camino lateral que durante el día permite acceder a los terrenos de la Universidad de Magallanes y salir por Arturo Merino Benítez.
Robo
Entre las hipótesis que se barajan se menciona que parte de la banda, integrada por seis personas, habría permanecido oculta al interior del recinto franco hasta la hora del robo.
El “blanco” lo tenían definido con anticipación. Por eso rompieron el vidrio de una de las puertas que da a la parte posterior y de ahí siguieron por el pasillo hasta llegar a los locales Eclipse, desde donde robaron joyas de oro; y One 19, de donde sustrajeron relojes de alta gama.
Existe plena certeza por parte de los dueños de que los sujetos permanecieron a lo menos 20 minutos al interior, sin que nadie se percatara de nada, burlando una vez más la seguridad del recinto.
Con combos de acero destruyeron los ventanales, algo que les llevó tiempo “porque son vidrios con láminas de seguridad, incluso en algunas partes el material no cedió”, sostuvo uno de los dueños.
Esto les permitió “limpiar” la vitrina y llevarse todo lo de valor que estaba en ellas, de ambos locales.
La otra teoría es que los autores estacionaron al costado del terreno que colinda con la universidad y se introdujeron bajo la reja, levantándola un poco, porque no existen indicios de forado o que fuera destruida.
Intimidado
El guardia que alcanzó a percatarse cuando los ladrones huían fue intimidado con un arma cortante por uno de los malhechores. Fue en ese momento, cuando emprendían el escape en el vehículo Nissan Murano que el funcionario se comunicó con la Central de Carabineros alertando del hecho. Los efectivos policiales se trasladaron rápidamente hasta el recinto franco, pero los delincuentes ya habían desaparecido.
Con las características que manejaban del vehículo, emprendieron la búsqueda, hasta que en la mañana, pasadas las 8,30 horas, fueron alertados de un vehículo abandonado en prolongación Mardones. Las pericias realizadas por personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, sumado a las evidencias halladas en el interior, permitieron confirmar que era el vehículo que había participado en el robo.
Todo apunta a que el sujeto que lo manejaba literalmente se enterró en los hoyos que existen en ese sector. Un camino de tierra muy complicado, sobre todo en esta época de intensa lluvia.
De seguro la velocidad que llevaba hizo que prácticamente terminara estrellado contra un cerco de madera y con el tren delantero en el suelo.
Por eso lo abandonaron y emprendieron la huida a pie, llevándose obviamente las joyas y los relojes sustraídos tras su “golpe” delictivo.
Los peritos encontraron huellas de sangre en el interior del auto, al igual que en uno de los locales, lo que hace pensar que al menos uno terminó herido con uno de los trozos de vidrio de los ventanales rotos.
Carabineros encontró también en el auto uno de los combos utilizados para estos fines. El ocultamiento de ambas placas patentes con cinta de enmascarar constituye un elemento que podría resultar clave para el esclarecimiento del delito.
Vital también para el éxito de la investigación son las imágenes que grabaron las cámaras de seguridad de los locales afectados. Las mismas han sido minuciosamente revisadas por la Sip y pronto podrían haber novedades.
Infracción
Como coletazo de este accionar delictual, vino la actuación de la autoridad fiscalizadora policial, que procedió a revisar los antecedentes y actualizaciones del personal que trabaja para la empresa que tiene a cargo la seguridad privada de la Zona Franca.
La fiscalización arrojó que tres guardias no tenían la respectiva credencial, porque seguramente no estaban al día con la documentación y exigencias que impone la ley, razón por la que la firma a cargo fue infraccionada ayer.