En el salón Nelda Panicucci se oficializó la firma entre el gobierno regional, la Subsecretaría de Telecomunicaciones y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (Caf), por la recién subida licitación del estudio de factibilidad para conectar la Antártica con fibra óptica. Durante el encuentro se analizaron las ventajas de realizar este proyecto, el cual aceleraría el procesamiento de datos científicos, como además proporcionaría alta conexión a Internet para bases de distintos países.
Se trata de una iniciativa que busca ser un hito para la comunidad científica internacional. No obstante, las autoridades fueron claras en que hay que dar un paso a la vez. En esta etapa la licitación busca a una empresa que permita estudiar y determinar cuáles son las “piedras de tope” para una operación de esta envergadura.
“Sabemos que las condiciones geográficas son complejas, que tenemos que cuidar el medioambiente, no podemos romper todo para llegar con cable de fibra óptica a la Antártica. Por lo tanto, entendemos que es un proyecto que tiene una complejidad mayor que un proyecto cualquiera de fibra óptica y desde ese punto de vista era muy importante para nosotros hacer este estudio previo”, explicó el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya San Martin, en su visita a Punta Arenas.
El gobernador Jorge Flies indica que el acto de extender el cable hasta la Península Antártica representa un “acto de presencia de Chile en su rol protagonista en el territorio antártico y no solamente con discursos, sino con hechos concretos”.
Desde los aspectos técnicos, la licitación busca desarrollar estudios de factibilidad técnica, legal, económica, financiera, ambiental, social, de gobernanza y geopolítica, para la implementación de un sistema de cable submarino entre Chile Continental y la Antártica. Para esto, se destinarán USD$2.200.000.
Según explicó el subsecretario, hay tres empresas a nivel global que realizan planes submarinos de esta complejidad. Son aproximadamente 1.000 kilómetros que debe recorrer el cable de fibra óptica desde Puerto Williams, el cual se instala navegando a una velocidad constante y debe cruzar el paso Drake realizando la instalación. “Yo creo que son alrededor de 4 años desde ahora para tener un cable funcionando, no creo que sea menos que eso”, expuso Araya San Martín.
En tanto, a nivel de montos, el subsecretario expuso que es difícil la proyección. “Si aplicara una lógica lineal, puede que sean unos 80 millones de dólares. Pero la dificultad geográfica va a más que duplicar esa cifra”.
El objetivo central de este proyecto es el apoyo a la ciencia, para acelerar el desfase que existe en el levantamiento de datos y procesamiento de los mismos desde el continente blanco. “Al estar conectados en línea los tiempos se acortan y las conclusiones que se puedan sacar van a llegar más rápido”, agregó Araya.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.