El próximo 16 de octubre se vivirá una jornada crucial en tribunales. Para ese día se fijó la audiencia de preparación de juicio oral en contra de las dos personas acusadas del brutal crimen del estudiante Roberto Verdugo.
Esto luego de que el fiscal del caso, Fernando Dobson Soto, presentara acusación en contra de Adalio Enrique Mansilla Quinchamán y su sobrino, Fabián Moisés Peña Mansilla.
Esta audiencia dará paso a que el juez redacte el auto de apertura y lo remita al Tribunal Oral en lo Penal, instancia que fijará fecha para la realización del juicio oral.
Brutal homicidio
La investigación del fiscal y la Brigada de Homicidios de la PDI, logró establecer fehacientemente la dinámica de los hechos que la mañana del 14 de enero del año pasado terminaron con la vida del estudiante de 21 años, Roberto Sebastián Verdugo Vargas.
Ese día la víctima caminaba por calle Carlos González Yaksic, población Nelda Panicucci, y cuando pasaba frente a una vivienda, signada con el Nº2940, vio que Adalio Mansilla y Fabián Peña estaban bebiendo y escuchando música en el antejardín de la casa de éste último.
Verdugo se acercó a ellos y estos le ofrecieron un vaso de pisco por $2.000. El estudiante, sin mediar las consecuencias de aquella invitación, ingresó a la casa. Pagó el trago y compartió con ambos al interior de la vivienda.
Mientras los tres bebían, Fabián Peña comenzó a provocar a la víctima, con ademanes de movimientos de golpes de puño, los que Verdugo respondía de igual forma a modo de juego.
En eso se involucró Mansilla Quinchamán, quien primero golpeó al estudiante y luego tomó un cuchillo. Le propinó “múltiples estocadas, tanto en zona cervical, como otras tantas en zona torácica y abdomen, lesiones complicadas que causaron el deceso de la víctima en el inmueble, haciendo presente que dicho acometimiento lo es, estando presente en el lugar el imputado Fabián Peña Mansilla, quien lejos de prestar ayuda o impedir el hecho, lo presencia, omitiendo cualquier acción mientras la víctima moría desangrado en el domicilio de dicho imputado”, según se describe en la acusación.
Apenas recibió las primeras estocadas, Roberto manifiesta su intención de irse del inmueble, “acción que ambos imputados no permitieron, de manera que es allí cuando la víctima recibe aquellas múltiples y reiteradas estocadas antes referidas, aumentando así deliberada e inhumanamente el dolor al ofendido”.
Después Adalio Mansilla tomó diversos elementos tales como cuchillo, machete, martillo, un hacha y corta cartón, “con los cuales procede a lesionar, mutilar y desmembrar el cuerpo de Roberto Verdugo Vargas”.
En este criminal accionar fue ayudado por su sobrino, el imputado Fabián Peña Mansilla, que intervino de igual modo utilizando aquellos mismos elementos para luego disponer a la víctima con su cuerpo mutilado y desmembrado en una bolsa.
Crueldad
Fernando Dobson dijo a La Prensa Austral que todos los homicidios son graves, porque se termina con la vida de una persona y fluye un sentimiento de pesar en los familiares que quedan. “Pero en este caso, en particular, destaca además por la crueldad con que se actuó y el resultado en relación a todo el daño que se causó, tanto en el proceso de quitarle la vida como en las actuaciones posteriores, ya generada la muerte de la víctima”.
Admitió que la investigación fue compleja, ocurrida en una situación de un contexto domiciliario. A partir de ahí fue necesario establecer la dinámica de los hechos, “y de alguna forma entender la forma en que se actuó, a la luz de los resultados, y la magnitud del estado en que fue hallada la víctima”.
Para el fiscal “fue relevante el trabajo en el sitio del suceso y el análisis del registro de cámaras que nos permitió establecer la secuencia, desde la desaparición de Roberto, desde que no se tuvo noticias de él, hasta ser encontrado luego de este brutal crimen”.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.