En la tarde de este jueves trabajadores del Centro de Salud Mental (Cosam) Miraflores se autoconvocaron en las afueras del recinto a fin de visibilizar una situación que se ha agudizado con los años producto de la alta demanda, que ha ido incrementando y que no muestra signos de disminuir. En una declaración pública aseguraron que el “edificio no está preparado para esta creciente demanda en salud”.
A modo de referencia, en los lineamientos técnicos del Ministerio de Salud, el Modelo de Gestión Comunitaria establece que cada Cosam debería atender a 750 personas. Para el caso de la Región de Magallanes, el Cosam Miraflores es el único referente de salud mental, en donde se atiende a más de 3.400 personas. “Debería existir un Cosam por cada 50.000 habitantes, lo que en nuestra región significaría al menos 4 centros (…) Además se plantea en este modelo una cantidad de recurso humano y remuneraciones para los funcionarios muy distantes de nuestra realidad local, y que sí se han regularizado en otros centros del país”.
En lo concreto, los problemas a los que se ven enfrentados a diario los funcionarios se relacionan con “la calefacción, sobrecargas eléctricas con cortes de energía constantes, problemas de alcantarillado que exceden su capacidad, escasos accesos peatonales, accesos vehiculares en deficiente estado, escasa y nula iluminación exterior en diversos sectores, lo que en general se agrava especialmente en las estaciones del año con temperaturas bajas y escasa luz natural. Se suma a lo anterior espacios que han sido reacondicionados, no contando con lo mínimo necesario para brindar una atención digna”.
Aseguran que son demandas que han existido por años y que los acuerdos, promesas y compromisos relacionados a subsanar estos problemas no se han cumplido. “Consideramos que hemos llegado a un límite en el colapso estructural, en donde es hora de abordar estas problemáticas y dejar de ser el eslabón débil en el sistema de salud”.
Desde el Servicio de Salud Magallanes convocaron a una mesa de trabajo con los funcionarios para “abordar cada una de las temáticas planteadas, sistematizarlas y establecer plazos para su ejecución”. Por otro lado, señalaron que se han establecido estrategias para asegurar la continuidad de la atención, entre las que se considera un plan de mitigación que contempla “el desarrollo de funciones en modalidad de teletrabajo, visitas domiciliarias y gestiones socio comunitarias, manteniendo el acompañamiento terapéutico”.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.