Un alboroto se generó en la mañana del viernes en el Hospital Clínico, movilizando a guardias de distintas áreas para contener a un grupo de personas. Durante la madrugada un carabinero de servicio había baleado a Gino Ojeda Cerda, de 32 años, en una pierna, lo que generó que familiares y amigos llegaran hasta el recinto asistencial en busca de respuestas. Se desconocía su estado de salud y poco conocían del contexto en el que sucedieron los hechos. Sólo sabían que su familiar y amigo había recibido una herida a bala en un muslo.
Según fuentes familiares, el suceso habría ocurrido durante la madrugada, pasadas las 5 de la mañana. Gino había salido en bicicleta de su hogar en la villa Aves Australes para visitar a su pareja cuando fue interceptado por Carabineros. Se le habría realizado un control preventivo, percatándose de que estaba incurriendo en desacato, puesto que mantenía una medida cautelar vigente de arresto domiciliario, por lo que procedieron a su detención. Esto ocurrió en calle Grumete Bravo y General del Canto, lo que demandó la concurrencia de tres carros policiales.
En un intento por zafar de su detención y mientras se encontraba esposado, y aprovechando un descuido, mientras descendía del calabozo del carro policial para constatar lesiones en el Sar Damianovic, en calle Zenteno, al sur de Punta Arenas, Ojeda Cerda emprende la huida. Uno de los carabineros a cargo de su custodia, usó su arma de servicio para disparar y detener al imputado, quien recibió una bala en uno de sus muslos, cayendo éste al suelo.
Desde que recibiera el disparo hasta su atención hospitalaria pasó algún lapso de tiempo. Ingresó a pabellón cercano a las 8 de la mañana y no salió hasta ocho horas más tarde, pasadas las 16 horas, según familiares. Para su operación, puesto que se tuvo que rearmar parte de su pierna. A las 18 horas, con Gino Ojeda sedado, familiares desconocían de la evolución médica, habiéndoles señalado que la posibilidad de amputar se mantenía intacta.
“Si a él le dispararon a las 4 de la mañana, cuando él salió de casa, ¿por qué lo vienen a traer hasta aquí (el hospital) si ya tenía su pierna muerta? El doctor me dijo así, tenía casi muerta su pierna”, se preguntaba, consternada, su madre, Laura Cerda. “No se sabe nada qué va a pasar con su pierna, porque llegó muy hinchada, ya morada, muriendo. El doctor que vino de Santiago hizo lo imposible por unir las arterias y venas para que circule su sangre. Ahora está en espera a que esto circule bien”.
Al cierre de la edición, Gino Ojeda continuaba en la Unidad de Cuidados Intensivos, con su madre en las afueras a la espera de tener mayores antecedentes y respuestas de su evolución.
El carabinero protagonista del disparo, quedó en calidad de imputado, aunque el fiscal a cargo decretó su libertad, dejándolo apercibido para comparecer a una próxima audiencia. El sujeto baleado tiene antecedentes penales y había estado involucrado en el asalto a una joyería en 2015.