Poco antes del mediodía de este martes, vecinos de la villa Mardones, próximo al Liceo Politécnico Cardenal Raúl Silva Henríquez, se enfrentaron a algo extraño en un aparcadero de autos abandonados. Entre dos de los roídos vehículos que se mantienen en el lugar se percataron de que había una especie de bulto, lo que llevó a que solicitaran la presencia de Carabineros. Se trataba de un hombre que no tenía signos vitales y que a juicio de la policía presentaba lesiones atribuidas a terceras personas. No fue necesario solicitar la presencia del Samu para no alterar el sitio del suceso. A continuación se procedió a aislar el lugar con bandas adhesivas para evitar que transeúntes circulen por el sector.
El fiscal de turno dispuso la concurrencia de la Brigada de Homiciios y el Laboratorio de Criminalística de la PDI para la realización de la investigación y peritajes de rigor.
Luego de que vecinos denunciaran la presencia de personas en situación de calle que solían pernoctar al interior de los vehículos abandonados en el área donde apareció sin vida un hombre, con el pasar de las horas familiares de distintas personas en tal condición se fueron aproximando hasta el lugar en donde trabajaban los detectives. Todos querían saber si se trataba de su familiar o bien descartar aquel trágico destino.
En el sector ubicado en la continuación de calle Martin Gusinde, próximo a calle Taiyín, han quedado con el transcurrir del tiempo muchos autos abandonados. Vecinos indicaron que el lugar es utilizado por gente en situación de calle para beber y luego pernoctar en los vehículos.
Avanzados los peritajes de la Policía de Investigaciones se pudo determinar la identidad del cuerpo encontrado. Se trataba de Claudio Reyes Millalonco, de 45 años de edad. Sus familiares se habían aproximado hasta el sector al escuchar la noticia, preocupados porque no sabían de él. Llevaba poco más de un año viviendo en la calle y bebiendo con frecuencia, lo que atribuían a rupturas amorosas y otras causas personales. Su sobrina lo había visto hace dos semanas y le mencionó de que lo habían amenazado de muerte, además de que lo habían golpeado en otra ocasión con la empuñadura de una pistola.
El subprefecto Jair Bravo Cuevas, jefe de la Brigada de Homicidios de Punta Arenas, explicó que a raíz del examen superficial del cadáver se pudo establecer que la víctima “presentaba diversas lesiones en su rostro atribuibles a la participación de terceras personas. Sin embargo la causa de muerte tendrá que ser determinada cuando se le practique la autopsia respectiva en el Servicio Médico Legal”.
La principal hipótesis que maneja la PDI es que el hombre fue agredido con algún objeto contundente, en base a las lesiones contusas que se encontraron en el cuerpo. Detectives tomaron muestras de huellas dactilares en los vehículos aledaños en donde se encontró el cuerpo, además de recoger material de evidencia para dar con el paradero de los involucrados en esta mortal
agresión.
FUENTE: LA PRENSA AUSTRAL.
